"Si supiera que el mundo se ha de acabar mañana, yo aun plantaria un arbol" Martin Luther King

lunes, 12 de marzo de 2012

SE CALIENTAN LAS CIUDADES

Son muchos los factores que influyen en el deterioro de una ciudad. Por eso, llegó el momento de pensar en urbes verdes.

Si hay un lugar que tenga un talón de Aquiles para el cambio climatico, es una ciudad:  uno piensa en la palabra "ciudad" y a la mente acuden los atributos de una metropolis: puentes, el metro, edificios, carretera, el sentido historico de "lugar", y el arraigo de los residentes. Atributos que, no onstante, se vuelcan en nuestra contra cuando los ecosistemas locales de los cuales depende la ciudad no logran adaptarse a los cambios inducidos por el clima. La metropolis son además focos de calor: la cantidad de concreto en calles y edificios acumuula la radicion solar, creando el llamado efecto de "isla urbana", con todas sus desagradables consecuencias - incluyendo un aumento en las emisiones de gases efecto invernadero.
El cambio climático con toda su corte (calor, frío, inundaciones, huracanes, sequías, tormentas de arena, etc) es, por otro lado, una amenaza bastante seria a la infraestructura urbana misma y a los sistemas de soporte de vida citadinos. En países pobres y ricos por igual. Una vieja táctica de guerra medieval, por ejemplo, consistía en evitar que el agua y el alimento entraran a la ciudad sitiada. Depender de afuera era - y sigue siendo- mala cosa. Y resulta que eso es lo que pasa cada vez más en las urbes modernas.
















La distribución del alimento y del agua, la provisíon de energía, la disposicío de desperdicios, la tecnología de la informacíon y la susceptibilidad a las pandemias son todos talones de Aquiles de las ciudades. Cualquier ciudad. El cambio climático produce escasez. La escasez produce incomodidad. La incomodidad produce desordenes sociales. Y estos a su vez generan desplazamientos masivos de personas, alto desempleo, enfermedade y terrorismo. Cuando no los produce directamente, el cambio climatico los exacerba. Las desiciones de construir ciudades verdes e inteligentes que tomemos hoy sellarán el futuro de muchas metrópolis, ya que la infraestructura de 2050 se comienza a construir ahora. Pero es que, el mundo de 2050 será muy distinto del de  hoy. Habrá al menos dos mil millomes de habitantes más en las ciudades del planeta. Y, muy seguramente, problemas de abastecimiento de agua, y otros retos que aún están desenfocados en nuestra mira.  Tenemos que anticiparnos a esas vulnerabilidades, y cambiar el modelo actual, en el que las ciudades representan una inmensa carga ecológica.

Lo bueno es que las ciudades están en una posición única de poder responder al cambio clímatico por que ofrecen una comunicación inmediata y efectiva entre el público y los gobiernos de las regiones rurales. Y en este diálogo, la próxima década va a resultar particularmente exigente, pues el cambio clímatico es un proceso acumulativo: entre más tiempo uno espere a reducir emisiones y adoptar sistemas eficientes de energía, más empinada es la curva y más dificil de reversar el cambio..
                                                                                  Ángela Posada - SWAFFORD
                                                                                  especial para HUELLA SOCIAL

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